Los nevus o “lunares” son manchas que salen en la piel por la proliferación de células que contienen melanina. La melanina es la sustancia que da color a la piel.
Hay diferentes tipos de nevus, de diferente tamaño y color. Los más habituales son los nevus de color marrón o negruzco, aunque a veces también pueden aparecer nevus de color azul.
¿Por qué son de color azul?
El color de este tipo de lesiones se debe a que están en la capa más profunda de la piel, la dermis. Esto los diferencia del resto de nevus que suelen situarse en capas más superficiales.
¿Cómo podemos reconocerlos?
Los nevus azules son lesiones benignas, de aspecto gris-azulado, algo sobreelevadas. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque es más frecuente encontrarlos en los brazos, el dorso de las manos y de los pies. La cara también suele ser una zona habitual.
¿Requieren algún seguimiento específico?
Una vez valorado por el dermatólogo, se planificará el seguimiento de forma individualizada en función del tamaño y las características de la lesión.
¿Qué debemos vigilar?
Al igual que en el resto de nevus, debe llamarnos la atención si la lesión crece rápido o cambia su color o aspecto. En general, todo cambio brusco de este tipo de lesiones debe ser valorado por un dermatólogo lo antes posible.
Vigila si aumenta de tamaño o cambia de forma y acude a tu dermatólogo.