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«Al obtener la remisión en un segundo paciente utilizando un enfoque similar, hemos mostrado que el paciente de Berlín no era una anomalía, y que en verdad fue el enfoque terapéutico lo que eliminó el VIH en estas dos personas«. Así se refirió el profesor Ravindra Gupta, autor principal del flamante estudio publicado en Nature, donde describió la segunda «una remisión de largo plazo» de un paciente con VIH.
El investigador es profesor del Departamento de Infección y Sistema Inmunológico del University College de Londres (UCL). En el hallazgo participaron también científicos de la Universidad de Cambridge, el Imperial College de Londres y de instituciones de España, Holanda y Singapur.
Los hallazgos fueron presentados en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, en Seattle, Estados Unidos.
Gupta, que inicialmente se formó como médico clínico de enfermedades infecciosas y realizó un doctorado en UCL, donde examinó la epidemiología y la virología de la resistencia a los medicamentos contra el VIH en África subsahariana, dedicó gran parte de sus estudios a la interacción entre el factor de restricción tetherin y el gen Vpu del VIH.
La mayor parte de su trabajo desde entonces se centró en la terapia antiviral para el tratamiento del VIH y dirigió varios estudios, tanto clínicos como in vitro, destinados a abordar la amenaza emergente global del VIH resistente a los medicamentos.
El investigador también dirige un programa activo de ciencia básica de laboratorio en UCL, que trabaja en la biología celular de los retrovirus. Este trabajo complementa su investigación sobre la resistencia a los medicamentos al ampliar el conocimiento de cómo los virus manipulan el entorno del host para poder persistir; esto inevitablemente impactará la respuesta a las drogas y la búsqueda de una cura.
Su trabajo de doctorado también incluyó estudios sobre los factores de restricción inmune innatos de los mamíferos, generando interés en las células inmunes innatas como los macrófagos. El laboratorio ahora también trabaja sobre cómo el VIH parasita macrófagos de larga vida y el papel de estas células como un reservorio de VIH, incluidas las cepas resistentes a los medicamentos.
El paciente de Londres se contagió de VIH en 2003 y en 2012 recibió el diagnóstico adicional de un linfoma de Hodgkin. En 2016 su estado llegó a tal gravedad que requirió un trasplante. «Realmente fue su última oportunidad de sobrevivir», dijo Gupta a Reuters.
Un grupo denominado en el nuevo trabajo como «pacientes de Boston» recibió trasplantes con genes CCR5 funcionales: si bien experimentaron notables reducciones en la carga de VIH, y pudieron vivir sin tratamiento durante meses, mostraron resultados transitorios. Eso reveló dos cosas: que el trasplante en sí mismo es importante para combatir el virus y que el gen fallido es necesario para que la cura sea duradera.
El éxito del paciente de Londres llegó después de 12 años de haber buscado repetir, sin lograrlo, el caso que en su momento se difundió como el del «paciente de Berlín»: alguien que logró vivir sin medicación luego de que su sistema inmunológico impidiera por sí mismo la reproducción del virus.
El nuevo estudio describió el caso como «una remisión de largo plazo». Sin embargo, los expertos en Seattle hablan de cura, con la advertencia de que es difícil definir la palabra por ahora, ya que el logro —posible, pero arduo— requiere más comprobaciones.
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