Es normal que durante la época invernal se presente un incremento de casos de infecciones respiratorias como la neumonía que puede estar causada por virus, bacterias u hongos.

Además, es importante señalar que pese a que cualquier persona puede desarrollar esta enfermedad, la infección se presenta con mayor incidencia en niños menores de cinco años, en especial antes del primer año, y en los adultos mayores de 60.

Adicional, la enfermedad puede variar en gravedad desde suave a potencialmente mortal

Asimismo, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que los signos y síntomas de la neumonía varían de moderados a graves y dependen de varios factores, como el tipo de germen que causó la infección, la edad y la salud en general.

Sobre la misma línea, los signos y síntomas moderados suelen ser similares a los de un resfrío o una gripe, pero duran más tiempo.

Dicho lo anterior, los signos y síntomas de la neumonía pueden incluir lo siguiente:

  • Dolor en el pecho al respirar o toser.
  • Desorientación o cambios de percepción mental (en adultos de 65 años o más).
  • Tos que puede producir flema.
  • Fatiga.
  • Fiebre, transpiración y escalofríos con temblor.
  • Temperatura corporal más baja de lo normal (en adultos mayores de 65 años y personas con un sistema inmunitario débil).
  • Náuseas, vómitos o diarrea.
  • Dificultad para respirar.

Por lo anterior, es primordial establecer medidas de autocuidado y estrategias que permitan un diagnóstico oportuno y manejo apropiado de la enfermedad, ya que, es fundamental en este punto, actuar responsablemente con el uso adecuado de antibióticos, señala María Fernanda Velasco, directora Médica de Pfizer Colombia.

Por ello, la Secretaría Distrital de Salud, SDS, recomienda poner en práctica las siguientes medidas de prevención para evitar complicaciones:

  • Uso de tapabocas para evitar el contagio con las personas del círculo social, laboral y familiar.
  • Lavado de manos con agua y jabón varias veces al día.
  • Alimentar a los bebés menores de seis meses exclusivamente con leche materna y no suspender la lactancia.
  • Mantener los esquemas de vacunación al día para niños y adultos mayores, ya que las vacunas pueden ayudar a prevenir la neumonía causada por la bacteria neumocócica o el virus de la gripe.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura, cubriendo nariz y boca al salir de lugares cerrados.
  • Evitar el consumo de cigarrillo y el contacto con personas fumadoras.
  • Limpiar y desinfectar los utensilios en el hogar y los juguetes, en especial cuando un integrante de la familia tenga tos o gripa.
  • Cuando los niños tengan gripa, no llevarlos a las instituciones educativas.
  • Evitar el saludo de mano y/o de besos.
  • No frotar los ojos, ni tocar la cara con las manos sin lavar.
  • Cubrirse la boca con la parte interna del codo al estornudar, nunca con la mano.
  • Si se tiene gripa, usar tapabocas y en lo posible permanecer en la casa.
  • Tomar abundante líquido y lávese la nariz frecuentemente.
  • En lo posible, evitar asistir a sitios de concentración masiva.
  • Mantener la vivienda ventilada, iluminada y limpia, libre de humo.
  • Usar un humidificador. El aire cálido y húmedo ayuda a aliviar la tos y afloja la mucosidad en las vías respiratorias, pero hay que asegurarse de limpiar el humidificador de acuerdo con las recomendaciones del fabricante para evitar el crecimiento de bacterias y hongos en el recipiente de agua.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.