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Por razones religiosas, o motivados por falsos estudios científicos, algunos padres creen que la mejor forma de evitar vacunar a sus hijos contra el sarampión es exponiéndolos a la enfermedad a temprana edad, y así provocar que desarrollen, de manera natural, la inmunidad que necesitan contra la enfermedad. Y para lograr que se contagien, los están llevando a ‘fiestas de sarampión’.
Este martes, cuando el Alcalde declaró la ‘emergencia de salud’ por el brote de sarampión en la Gran Manzana, las autoridades alertaron sobre la realización de estas ‘fiestas’, al igual que aquéllas para lograr el contagio con la varicela, que son unas prácticas que se hicieron populares en épocas anteriores a la creación de las vacunas, ya que se creía que como ambos virus son más peligrosos en los adultos, ya que causan complicaciones mayores, los padres prefieren infectar intencionalmente a sus hijos cuando son pequeños para superar la enfermedad en su forma más leve y luego retener la inmunidad.
Y en momentos en que la ciudad de Nueva York está tratando de poner freno a un brote de sarampión, tanto la comisionada de Salud Oxiris Barbot, como la vicealcaldesa adjunta de Salud y Servicios Humanos de la Ciudad, Herminia Palacio, alertaron que estas ‘fiestas son peligrosas’.
Barbot dijo que estaba especialmente preocupada por la posibilidad de que se estén realizando estas ‘fiestas de sarampión’.
“Han estado difundiendo información errónea y peligrosa basada en ciencia falsa“, indicó la doctora, agregando que “entiendo que los padres pueden tener miedo de que sus hijos sean vacunados, pero la vacuna ha demostrado ser segura y eficaz contra el sarampión desde la década de 1960”.
La vacuna para el sarampión fue autorizada en 1963, pero hoy en día todavía hay padres que se niegan a administrárselas a sus hijos, y a propósito los exponen a la enfermedad, porque creen que las vacunas pueden conllevar a desarrollar otras enfermedades como el autismo, o sencillamente por motivos religiosos no las aceptan como forma de prevención.
“Puede ser mortal”
La doctora Palacio también advirtió sobre las ‘fiestas’, al decir tajantemente: “Evite esta práctica”.
“Exponer a su hijo no vacunado al sarampión es muy peligroso e incluso puede ser mortal“, dijo Palacio. “Instamos a todos a evitar esta práctica”.
Al igual que la Comisionada, la vicealcaldesa insistió que “la vacuna es segura”, agregando que no solo protege a su hijo, sino que también protege a otras personas.
El actual brote de sarampión es el mayor en la ciudad de Nueva York desde 1991 y actualmente está concentrado en la comunidad judía ortodoxa, principalmente en el vecindario de Williamsburg, en Brooklyn, donde se han contabilizado 285 casos.
Según las autoridades, una escuela Yeshiva en esa zona permitió que un niño no vacunado, y que presuntamente se había infectado en un viaje a Israel, regresara a la escuela en enero pasado y pudo haber enfermado a otros 40 menores en ese plantel.
“Solo vimos dos casos en la ciudad de Nueva York en 2017, por lo que tenemos una situación muy grave”, dijo el alcalde Bill De Blasio. “No podemos permitir que esta peligrosa enfermedad regrese en esta ciudad, tenemos que detenerla ahora”.
Los funcionarios de salud de la Ciudad culpan de la propagación de la enfermedad a una campaña concertada de lucha contra la vacunación.
El brote es parte de un resurgimiento más amplio a nivel nacional, con 465 casos reportados en 19 estados en lo que va de año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
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