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Bajo la consigna “¡si no nos atienden, nos vamos a morir!”, cerca de 75.000 pacientes, diagnosticados en Venezuela con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH/Sida), claman todos los días al Estado venezolano la entrega de los medicamentos antirretrovirales imprescindibles en el tratamiento de esta patología.
“El problema no somos solo los adultos, aquí hay un importante número de pacientes pediátricos que no decidieron nacer con VIH, pero lo padecen”, reclamaba a las puertas de la Corporación de Salud del Táchira, Pablo Quiroz, representante de la Red Venezolana de Enfermos de VIH.
Acompañado de otros pacientes, con marcada tristeza y voz quebrada, Quiroz denunció que ante la ausencia de medicamentos, la condena inexorable es la muerte.
“Es lamentable nuestra situación porque hay muchos países que nos quieren ayudar, no solo los Estados Unidos, y el gobierno no lo permite. Pero tampoco llegan los medicamentos porque existen deudas millonarias con los laboratorios que los distribuyen y por la incompetencia gubernamental”, precisó el paciente.
Repitió que “los enfermos de Sida nos estamos muriendo”, salvo los que están cruzando la frontera y llegan a otros países como Colombia, donde están siendo atendidos. Además de quienes mensualmente van a Cúcuta a comprar los antirretrovirales.
Como miembro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, (Acnur), Quiroz precisó que conoce de un número importante de venezolanos que acude a Colombia para recibir tratamiento.
A pesar que en Venezuela existe la Ley para la Promoción y. Protección del Derecho a la Igualdad de las Personas con VIH/Sida y sus familiares, actualmente “está siendo pisoteada por el mismo gobierno que la promulgó”, señaló.
Por su parte, la integrante de Fundasidarta, que ayuda a los pacientes, Marisol Ramos, comentó que la situación es tan “grave” que el medicamento cuesta alrededor $820.000, lo que hace que sea casi imposible pagarlo, pues un venezolano común devenga un salario integral equivalente a 6.400 pesos al mes en Colombia, “y no tengo esa cantidad de dinero para comprarlo. Nos vamos a morir”, agregó Ramos.
Marisol lleva 15 años con VIH y señaló que es la primera vez que la ausencia de dichas medicinas pone en riesgo sus vidas. “A los países vecinos les pedimos que nos ayuden con lo que puedan”.
El infectólogo pediatra y coordinador General de la Consulta VIH Infantil/Sida, del fronterizo estado Táchira, José Vicente Franco, detalló que la situación de los enfermos en la región fronteriza con Cúcuta, no es ajena a lo que vive el resto del país.
Allí existen 5.063 pacientes adultos diagnosticados y 35 niños que se encuentran a la deriva, porque el gobierno venezolano no ha dado ninguna respuesta a la demanda de medicinas, lo que los obliga a cruzar la frontera, arribando a Cúcuta y sus poblaciones cercanas, donde de manera humanitaria y gratuita les dan el medicamento.
“Ustedes omiten la apertura de un canal humanitario porque se dejaría al descubierto la ineficiencia e incapacidad con la que han manejado el sistema de salud en Venezuela”, criticó el especialista.
Además, desestimó la tesis del gobierno venezolano que responsabiliza de la crisis médica a un supuesto bloqueo económico. “No pedimos que los compren a Estados Unidos, pero cómprenlos”, manifestó.
Los intentos para satisfacer la necesidad llegaron ante la sesión permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), pues el médico venezolano Julio Castro denunció el pasado mes de abril que existen 75.000 venezolanos que desde hace seis meses no reciben tratamientos antiretrovirales, lo que lentamente los lleva a la muerte.
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