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Hasta el momento, no parecía que la relación entre la vitamina B y el cáncer de pulmón estuviera del todo clara.

Un estudio fechado en 2010 y llevado a cabo por investigadores de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, ubicada en Lyon (Francia), señalaba que las personas con niveles altos de vitamina B en la sangre parecían sufrir un riesgo menor de desarrollar cáncer de pulmón –incluso en el caso de los fumadores–.

Sin embargo, en estos días acaba de salir a la luz una nueva investigación que viene a sugerir que ingerir, durante largos periodos de tiempo, dosis altas de vitamina B6 y vitamina B12 –normalmente a través de suplementos destinados a incrementar la energía y mejorar la eficiencia de nuestro metabolismo– podría estar asociado, en los hombres (al parecer, no así en las mujeres), con el doble de riesgo de sufrir cáncer pulmonar que en el caso de aquellos varones que no toman dichos suplementos.

Y el riesgo sería aún mayor en hombres fumadores que ingieren al día, durante un periodo muy largo de tiempo, más de 20 miligramos (mg) de vitamina B6 –con esta dosis, sus probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón serían, siempre según este estudio, tres veces mayor que en el caso de los no consumidores de estos suplementos– o 55 microgramos (mcg) de B12 –en este supuesto, las posibilidades se multiplicarían por cuatro–.

La dosis diaria recomendada

La dosis diaria recomendada para una persona adulta es de en torno a 1,3 mg de vitamina B6 y de 2,4 mcg de B12, y estas se encuentran de manera natural en muchísimos alimentos (como el pescado, la carne, los garbanzos, el queso, los huevos, la leche, los cereales…). Pero hay personas que además las ingieren a través de suplementos, a menudo comercializados en forma de pastillas y que contienen dosis muchísimo más altas de las recomendadas, indica Muy Interesante.

Publicado recientemente en el Journal of Clinical Oncology, este es el primer estudio prospectivo (estudio longitudinal que comienza a realizarse en el presente pero cuyos datos no se analizan hasta transcurrido un determinado tiempo, ya en el futuro) que analiza los efectos que podría tener en el desarrollo de un cáncer de pulmón tomar, de manera prolongada, altas dosis de suplementos de B6 y B12.

La investigación ha sido llevada a cabo por epidemiólogos estadounidenses del Centro Integral de Cáncer de la Universidad Estatal de Ohio, el Hospital del Cáncer Arthur G. James y el Instituto de Investigación Richard J. Solove (OSUCCC-James, según sus siglas en inglés) y el Centro de Investigación contra el Cáncer Fred Hutchinson. También han colaborado expertos de la Universidad de Taiwán, con sede en Taipéi.

El estudio se basó en la información obtenida de más de 77.000 personas, incluida la dosis de estas vitaminas que ingerían. Todos ellos, entre los 50 y los 76 años y procedentes del estado de Washington (EE. UU.), se sometieron a un seguimiento de más de una década por parte de los investigadores.

Para llevar a cabo esta nueva investigación, los expertos emplearon técnicas estadísticas que contemplaban numerosos factores, como el historial personal de tabaquismo de cada uno de los participantes, su edad, la raza, la educación, su peso y altura, el consumo de alcohol, su historial personal de cáncer o enfermedad pulmonar crónica, antecedentes familiares de cáncer de pulmón o el uso de antiinflamatorios.

«Nuestros datos muestran que tomar dosis altas de B6 y B12 durante un periodo muy largo de tiempo podría contribuir a las tasas de incidencia del cáncer de pulmón en los fumadores masculinos. Eso es, sin duda, una preocupación digna de más evaluación», señala uno de los investigadores, Theodore Brasky.

Asimismo, los expertos señalan que, cuando hablan de ingerir dosis altas de estas vitaminas, se refieren a dosis que son muy superiores a las que suelen incluir la mayoría de los multivitamínicos.

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