Hoy en día la sociedad está muy concienciada acerca del impacto que el tabaco tiene en la salud, relacionándose con una mayor tasa de cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Asimismo, hay una gran concienciación acerca de la importancia de no fumar durante el embarazo ni en presencia de bebés y niños.
Sin embargo, según datos de la clínica de fertilidad IVI, la prevalencia de consumo de tabaco en parejas en edad reproductiva alcanza el 20%, lo que indica que sigue habiendo mucho desconocimiento sobre cómo este hábito puede perjudicar a la fertilidad a la hora de buscar un embarazo.
Pero los expertos insisten en que los datos son claros y alarmantes: las parejas que fuman tienen cuatro veces menos posibilidades de concebir un hijo.
El tabaco envejece los óvulos y reduce las probabilidades de lograr el embarazo
Los componentes químicos del tabaco y del humo del cigarrillo, así como la nicotina, el cianuro y el monóxido de carbono entre otros, tienen altos
niveles de toxicidad que afectan al desarrollo de los folículos al llegar un menor flujo sanguíneo, repercutiendo así en la calidad de los óvulos y acelerando su pérdida.
Además, el tabaco también afecta a la capacidad de producir estrógenos y hace que los óvulos sean más propensos a tener anomalías genéticas que pueden derivar en aborto, embarazos ectópicos u otras complicaciones.
Este envejecimiento de los óvulos se traduce en una peor calidad ovocitaria y embrionaria. De hecho, la hormona antimülleriana que determina la fertilidad llega a caer un 20% más rápido en mujeres fumadoras que no fumadoras, acelerando la llegada de la menopausia entre 1 y 4 años.
Por todos esos factores, las mujeres fumadoras suelen precisar más tratamientos para lograr una gestación, siendo sus tasas de implantación embrionaria más bajas.
Los hombres fumadores también ven alterada su fertilidad
Pero si en general, existe desconocimiento sobre cómo el tabaco afecta a la fertilidad de la mujer, cuando hablamos de cómo les afecta a los hombres el desconocimiento es aún mayor.
Y es que el tabaco también altera la capacidad reproductiva del hombre, provocando un bajo recuento de espermatozoides, anomalías en la forma y movilidad, e incluso e su constitución genética.
Por último, los expertos nos recuerdan que fumar no solo tiene implicaciones a la hora de concebir (incluso en el caso de las fumadoras pasivas), sino que este impacto se manifiesta también a largo plazo.
“Las consecuencias del tabaquismo materno y paterno en exposición prenatal están asociadas con una elevada incidencia de malformaciones en el feto, así como obesidad, hiperactividad y trastornos de comportamiento”, concluye el Dr. Ballesteros.
Por eso es importante que las parejas que están buscando embarazo adopten hábitos saludables para mejorar su fertilidad, y dejen de fumar en caso de hacerlo, ya que abandonar el tabaco puede revertir parte de los efectos nocivos en la salud en general, y en la fertilidad en particular.