Este miércoles se conmemora el Día Mundial del Asma, una enfermedad en la que 8 de cada 10 no se atienden
Desde 1998, cada primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma con el objetivo de concientizar a la población acerca de sus factores de riesgo, síntomas y tratamientos. Sin embargo, dado que detona manifestaciones respiratorias, llega a confundirse con otras afecciones comunes de las vías respiratorias, principalmente infecciosas, por lo que los pacientes reciben de forma frecuente antibióticos de manera innecesaria.
Es una enfermedad crónica que provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones (los bronquios). Los síntomas más habituales son falta de aire, sensacón de pecho cerrado, tos y silbidos y que pueden manifestarse varias veces al día y en algunos casos empeoran durante la actividad física o por la noche.
Aún no se sabe cual es la causa del asma pero sí se conocen los mecanismos de la inflamación. Gracias a múltiples estudios científicos, actualmente se sabe que además de la predisposición genética, muchos factores en el entorno cotidiano del paciente y, sobre todo, en la infancia generan una mayor propensión y contribuyen a la falta de control.
Especialmente en los primeros tres años de vida, la exposición hogareña a alérgenos, humos (de cigarrillo y/o de leña), la contaminación ambiental y las infecciones virales pueden colaborar en el posterior desarrollo de asma. Muchos de ellos son evitables y, en general, afectan en mayor medida a poblaciones con bajos recursos socioeconómicos. Además, muchos jóvenes que tuvieron asma a edades tempranas pueden llegar a la edad adulta con disminución de su capacidad respiratoria, aun sin notarlo.
El punto del origen del asma es especialmente relevante. Hoy se sabe que un número importante de casos de asma y, particularmente, de los cuadros más severos, son originados por un proceso inflamatorio conocido como ‘inflamación de tipo 2′, relacionado con una respuesta exagerada del sistema inmunológico, que hace que se sobreexpresen determinadas proteínas en el organismo.
El asma compromete principalmente a la población más activa de la sociedad, por eso se estima que genera ausentismo escolar en aproximadamente el 60% de niños asmáticos y una pérdida de productividad laboral promedio del 35%. Si bien esto ha mejorado en las últimas dos décadas, aún hay mucho por hacer.
“Todos los pacientes con asma requieren un tratamiento adecuado con el fin de tener la mejor calidad de vida posible.
Enfermos en México
Se estima que el asma afecta a 300 millones de personas a nivel mundial, mientras que en México se estima que el siete por ciento de la población padece esta enfermedad.
Es de destacar que esta enfermedad, se acentúa en pacientes en edad pediátrica, convirtiéndose en la afectación respiratoria crónica más frecuente.
Y es que, cuando el paciente con asma se descontrola y presenta crisis o exacerbaciones, presenta síntomas que son compartidos con cuadros respiratorios, principalmente la tos, a la cual pueden acompañar la sensación de falta de aire.
Es común que los pacientes con asma, además, coexistan con rinitis alérgica, agregándose síntomas como la congestión y el escurrimiento nasal, que igualmente pueden confundirse con cuadros infecciosos respiratorios.
“En ocasiones se dan tratamientos pensando que son infecciones, abusando de los antibióticos y eso, a su vez, retrasa el diagnóstico correcto. Prueba de ello es que, en nuestro país, 80 por ciento de los adultos que padecen esta enfermedad manifestaron síntomas desde sus primeros cinco años de vida”, expresó la doctora Ana del Carmen García, integrante del Colegio Mexicano de Inmunología Clínica y Alergia, quienes también internista, alergóloga e inmunóloga clínica.
Tratamiento y afecciones
El asma generalmente se trata con inhaladores de rescate para atacar los síntomas y con inhaladores de control (esteroides) que previenen los síntomas. Los casos más graves pueden requerir inhaladores de acción prolongada que mantengan las vías respiratorias abiertas, además de esteroides orales.
De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) el asma, que es afección en la que las vías respiratorias de una persona se inflaman, estrechan y producen mayores cantidades de mucosa de lo normal, dificulta la respiración. Puede causar dificultad para respirar, dolor de pecho, tos o sibilancia. En algunos casos, los síntomas pueden exacerbarse.
Por lo que el asma puede ser leve o puede interferir en las actividades diarias. En algunos casos, puede conducir a ataques mortales.
En ese tenor, el uso indebido y excesivo de antibióticos es el principal factor para la aparición de gérmenes resistentes a diferentes medicamentos, lo que nos encamina a un grave problema de salud en los próximos años, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso, expertos señalan que la mayor parte de los cuadros infecciosos en la población general, así como en pacientes con asma, son de origen viral, y el uso de antibióticos en estos casos es inútil y puede ser perjudicial.
“Los medicamentos más comúnmente utilizados en el manejo del asma son los corticoides inhalados y los broncodilatadores. Sin embargo, en un 5 a 10 por ciento de los pacientes con asma se presentan formas graves de la enfermedad, en donde se encuentran disponibles otros tratamientos como es la terapia biológica con anticuerpos monoclonales, que permiten un control adecuado de los síntomas, evitan la pérdida de la función pulmonar y disminuyen el riesgo de crisis”, detalla el doctor Said Arablin Oropeza, médico alergólogo e inmunólogo pediatra, certificado por el Consejo Nacional de Inmunología Clínica y Alergia.
En los casos de asma grave se requiere un abordaje más a detalle por el médico especialista, que puede ser un alergólogo o un neumólogo. Este abordaje permite conocer a detalle de qué tipo de asma se trata, para dar un tratamiento específico que sirva para su control.
¿Quiénes la tratan?
Un neumólogo, quienes son especialistas en enfermedades de las vías respiratorias. Pediatra, quienes brinda atención médica a los bebés, niños, edad en la que se presentan los primeros síntomas; así como especialista en terapia respiratoria.
SÍNTOMAS:
- Tos persistente
- Dolor de pecho
- Silbidos en el pecho
- Dolor para respirar