Los pilares básicos para un buen control del asma son estos:
- Control de los síntomas,
- Cumplir el tratamiento de forma correcta,
- Hacer bien la técnica de inhalación
- Evitar los desencadenantes.
Y si hay una mala evolución de la enfermedad estos pilares se deben evaluar cuidosamente.
Si la evolución de un niño con asma no es buena, hay que valorar qué aspectos del ámbito familiar se deben tener en cuenta en. El asma no es una situación estática. Puede cambiar a lo largo de meses o años.
La gravedad del asma se valora en la primera consulta y, después, en las sucesivas consultas de control. Este indicador trata de conseguir el tratamiento más adecuado para el control de los síntomas y las crisis de asma.
Es importante evaluar si existe un asma no controlada. Habrá que identificar la causa de esa falta de control o si se trata de un asma grave que precisa un tratamiento diferente.
¿Cuáles son los síntomas que nos hablan de que el asma no está bien controlado?
Para hacer más fácil la evaluación de los síntomas hay unos cuestionarios específicos, con preguntas que son simples. Por ejemplo:
- “¿Ha tenido síntomas de asma durante el día o por la noche?”
- “¿Ha tenido que usar más dosis de inhaladores de las recomendadas?”
- “¿Ha tenido alguna crisis, o ha precisado acudir a servicio de Urgencias o ingresar en el hospital por el asma?”
- “¿Ha tenido que dejar de hacer alguna actividad como el deporte por causa del asma?”
Uno de ellos es el cuestionario ‘Control del Asma en el Niño (CAN)(link is external)‘ (que puedes descargar en formato pdf). Tiene una versión para niños de 9 a 14 años (descarga pdf(link is external)) y otra para padres (niños de 2 a 8 años) (descarga pdf(link is external)).
¿Qué hay que tener en cuenta para controlar los desencadentantes ambientales?
Es muy importante saber los factores que contribuyen al mal control del asma, a aumentar la reactividad bronquial y a una menor respuesta a los corticoides inhalados que son el tratamiento de base de elección. (Budesonida, Fluticasona). Así ocurre cuando un niño sensibilizado está expuesto de froma repetida a alérgenos ambientales como: ácaros del polvo, polen, el epitelio de gato o perro, hongos entre otros. También con la exposición al humo de tabaco o la contaminación atmosférica,
Si estos factores se combinan con una infección viral respiratoria es más fácil que se desencadenen crisis asmáticas graves.
En cuanto al tratamiento, ¿cuándo se habla de un asma grave?
Puede exitir un ‘Asma Grave No Controlada’ en niños mayores de 5 años con crisis agudas, con o sin síntomas entre las crisis a pesar de un tratamiento correcto con corticoides inhalados a dosis altas, y que hayan tenido en el año previo al menos una de estas situaciones:
1) Un ingreso en una unidad de cuidados intensivos
2) Dos ingresos hospitalarios que requieran tratamiento intravenoso o
3) Dos ciclos de corticoides orales por crisis de asma.
Los casos de ‘Asma Grave No Controlada’ no superan el 5% de todos los niños asmáticos. Pero necesitan el doble de recursos directos (medicación, visitas a urgencias, hospitalizaciones) e indirectos (faltas escolares, días de trabajo perdidos por los padres, etc.)
¿Hay enfermedades que pueden empeorar la evolución del asma?
Sí. Es muy importante identificarlas y tratarlas bien.
El control de enfermedades como: rinitis, sinusitis, obesidad, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), apnea obstructiva del sueño, disfunción de cuerdas vocales son importantes para una mejor evolución del asma.
¿Hay factores de riesgo para tener un asma grave?
Hay situaciones que pueden favorecer que un asma evolucione mal:
- Problemas psicológicos o socioeconómicos importantes.
- Exposiciones: humo del tabaco, a alérgenos en caso de estar sensibilizado.
- Ingreso en cuidados intensivos por asma en alguna ocasión.
- Una o varias crisis graves en los 12 últimos meses.
La presencia de uno o más de estos factores aumenta el riesgo de sufrir empeoramiento o crisis, aunque los síntomas inicialmente estén bien controlados
Si el tratamiento del asma se sigue adecuadamente según las pautas que ha enseñado el pediatra, neumólogo o alergólogo, con una técnica de inhalación correcta y un buen control de los factores que agravan los síntomas, se puede lograr en la mayoría de los casos un buen control del asma.
Se debe llevar un buen seguimiento de la evolución para detectar signos de mal control.