La aparición de lunares nuevos en nuestra piel es un fenómeno muy frecuente y normal. Son lesiones benignas en nuestra piel que se producen cuando las células productoras de pigmento de la piel, llamadas melanocitos, crecen en grupos. Su nombre técnico de un lunar es nevus y viene del latín que significa marca de nacimiento, sin embargo la mayoría aparecen en la adolescencia y durante la adultez. La mayoría de los lunares son inofensivos. En raros casos, se vuelven cancerosos. Sin embargo, no todas estas lesiones son benignas o corresponden a un lunar. Por ello, es importante prestar atención a los cambios en los lunares y a otras manchas pigmentadas para detectar el cáncer de piel, especialmente el melanoma maligno. Te contamos los signos de alerta para acudir a un profesional.

Lunares normales

Por lo general, un lunar normal es una mancha de color uniforme café, canela o negro en la piel. Puede ser plano o prominente, redondo u ovalado. Generalmente, los lunares miden menos de 6 milímetros (aproximadamente 1/4 de pulgada) de ancho (aproximadamente el ancho de una goma de lápiz). Algunos lunares pueden estar presentes al momento de nacer, pero la mayoría aparece durante la infancia o la juventud. Un médico debe examinar los lunares nuevos que aparecen más tarde en la vida de una persona.

Una vez que se ha originado un lunar, por lo general conservará el mismo tamaño, forma y color por muchos años. Eventualmente, algunos lunares pueden desaparecer.

La mayoría de las personas tienen lunares, y casi todos son inofensivos. Sin embargo, es importante reconocer los cambios en un lunar (como su tamaño, forma, color, o textura), que pueden sugerir que un melanoma se está desarrollando.

Posibles señales y síntomas del melanoma

La señal más importante para el melanoma es algún lunar nuevo en la piel o uno existente que haya cambiado en tamaño, forma o color.

Otra señal importante es algún lunar que luzca distinto a los otros en su piel (conocido como el signo del patito feo).

Si presenta una de estas señales, acuda a su médico para una revisión de la piel.

La regla ABCDE es otro método para identificar las señales habituales del melanoma. Permanezca alerta y notifique a su médico si observa lunares que tengan cualquiera de las siguientes características:

  • A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no corresponde a la otra mitad
  • B de Borde: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos
  • C de Color: el color no es uniforme y pudiera incluir sombras diferentes de color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas
  • D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (alrededor de ¼ de pulgada o aproximadamente del tamaño del borrador de un lápiz), aunque los melanomas algunas veces pueden ser más pequeños que esto
  • E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando

Algunos melanomas no presentan estas características. Resulta importante que informe a su médico sobre cualquier cambio en su piel o nuevo lunar, o crecimientos que observe como algo distinto al resto de sus lunares.

Otras señales de advertencia son:

  • Una llaga o ulceración que no sane
  • Propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante.
  • Enrojecimiento o una nueva hinchazón más allá del borde del lunar
  • Cambio en la sensación (comezón, dolor a la palpación o dolor)
  • Cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de una protuberancia o nódulo)

Asegúrese de mostrar a su médico cualquier área que le preocupe y solicite que observe las áreas que usted tenga dificultad para ver. Algunas veces resulta difícil distinguir la diferencia entre un melanoma y un lunar ordinario, incluso para los médicos. Por lo tanto, resulta importante mostrar a su médico cualquier lunar que le resulte dudoso.

Recuerde también, que una pequeña porción de melanomas comienza en lugares distintos a  la piel, como debajo de las uñas o de un dedo del pie, dentro de la boca, o incluso en la parte coloreada del ojo (iris), por lo que es importante mostrar a un médico cualquier punto nuevo o cambiante en estas áreas también.