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(Agencia N+1 / Victor Román). Una peligrosa moda ha aparecido en Silicon Valley, uno de los lugares donde se supone se encuentran las personas más brillantes y creativas del planeta: beber «agua cruda» no filtrada y no tratada con el fin de “evitar la propagación de bacterias u otros contaminantes”. 

De acuerdo a un reciente artículo del New York Times, el agua cruda está siendo vendida a precios tan altos como 70 dólares por cada botella de 10 litros. Incluso startups dedicadas a su venta han aparecido en los últimos días. La compañía Live Water es una de ellas y vende una marca llamada “Fuente de la Verdadera Agua de Manantial”.

«Tiene un ligero sabor dulce, una agradable sensación suave en la boca, nada que supere el perfil de sabor», dijo Kevin Freeman, gerente de una de las tiendas donde se vende Live Water. «El agua embotellada es controversial. Hemos restringido nuestra selección de agua. Pero esto (Live Water) está totalmente fuera de esa categoría”, aclaró.

Aunque los fanáticos del agua cruda aseguran que esta es perfecta para aquellos que son “extremos en el cuidado de su salud», Bill Marler, un abogado y defensor de la seguridad alimentaria, dice que todo lo contrario. «Casi todo lo concebible que puede enfermarte se puede encontrar en el agua», dijo.

El agua no filtrada y no tratada, incluso de las corrientes más limpias, puede contener heces de animales, diseminando Giardia, que tiene síntomas como vómitos y diarrea, y da como resultado aproximadamente 4,600 hospitalizaciones al año. El agua sin tratar además puede portar hepatitis A, E. coli y el cólera.

El origen está en las pseudociencias

Según el experto en sanidad, debido a que el agua filtrada y tratada se ha convertido en la norma, la mayoría de la gente no se da cuenta de cuán peligrosa puede ser la llamada agua cruda. «Las enfermedades que mataron a nuestros bisabuelos fueron completamente olvidadas», dijo.

La mayoría de los estadounidenses no conocen personalmente a nadie que haya muerto de hepatitis A o cólera, gracias a los avances en tecnología y normas de seguridad más estrictas. Como resultado, tuvieron dificultades para darse cuenta de los riesgos que conlleva el consumo de agua no tratada. «Todo está bien hasta que una niña de 10 años muere horriblemente por cólera en Montecito, California», sentenció Marler.

De acuerdo al también abogado, la tendencia del agua cruda tiene sus orígenes en la pseudociencia y por lo tanto es similar a la obsesión de las personas con la leche cruda o la oposición a las vacunas. Si bien carecen de evidencia científica, están convencidos de que son correctos, en parte porque no han podido ver las repercusiones de una vida sin avances científicos.

Mientras todo esto ocurre en California, en los países en desarrollo, el acceso a agua limpia y sanitaria es todavía un gran problema de salud pública y derechos humanos. Las enfermedades asociadas al agua siguen siendo amenazas mundiales. En 2017, un brote de cólera alcanzó 1 millón de casos sospechosos en Yemen, donde una hambruna ha impedido el acceso al agua potable.

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